5/8/09

Soñé con vos.

Soñé con él con sólo traerlo a mi mente poco antes de írme a dormir.
Martin Iba en bicicleta y yo en la camioneta bordó del ex de mi madre. No recuerdo exactamente cómo lo ví. De todas formas, ahí estaba. Él, mi amor, sobre una bicleta roja, lejos de notar mi presencia. Excitada como una niña me asomé por la ventana para gritarle que lo amaba. Me miró un poco sorprendido, un poco enojado. Me reconoció al instante. Rió por lo bajo sin intención de responderme nada. Intuyo que percibió la mentira y recordó que me detestaba. Seguí mirandolo con la esperanza de que me sonriera. No lo hizo y siguió riéndose de mí. Lo sentí inalcanzable.
También olvidé cómo llegamos a estar frente a frente. La camioneta detenida a un costado, él despojado de su bicileta... sólo a un paso de mí.
_Está bien, no te amo- reconocí y con la voz quebrada susurré- pero te quiero tanto, tanto, tanto...
Lo abrazo, suspiro su perfume, lo rodeo de calor. Lo siento asustado pero logro fundirlo en el abrazo. Perdido, lleva sus manos a mi cintura y éstas encuentran su lugar.
_No tengas miedo-le digo al oído- te quiero de verdad.
Sube las manos y me empuja hacia él. Caemos al suelo sin soltarnos. Lo acuno en mis brazos y nos amaco, empapándolo con mis lágrimas.
Me despierto. mi madre llamando a la puerta. El sueño me suplica que conozca el final de la historia y aunque cierro los ojos, la oscuridad no hace más que rebelarme nuevamente el apasionado abrazo.
La forma en la que se reía... de mí... de la mentira.
Este sueño de niñata me intriga y angustia. Aún en ese drama imaginario me gustó verlo. Me sorprendió sentirme así de convencida diciendo verdades con seguridad y verme actuando directamente desde el deseo de ser feliz. Me doy cuenta de lo importante que él es para mí. Veo su miedo. Me rechaza con... asco.
¿Por qué no puedo concebir que sea un ser detestable, solitario y triste?, su felicidad me parece palpable. ¡Sé lo que necesita!, ¡Puedo darselo yo mísma!
y con cuánto placer lo haría... me gustaría que pudieras imaginarlo.
Entiendo su escencia. Lo veo detrás de la máscara. En sus ojos me proyectaría genuina y cálida. Lo querría sin límites cual masoquísta. Confianría en él una vez más, intentaría reconstruír su autoestima y su ser.
¿Sería capaz de lastimarme aún sabiendo todo esto?, contando con el hecho de que son mis brazos los que lo rodean, mis besos los que lo anidan.
¿Realmente podría?, otra vez... despues de todo...

1 comentario:

  1. ..

    buena narrativa, calida, sincera..
    algo lindo para ver..
    amo esos suenios y siempre suenio con volverlos a tener..

    ResponderEliminar